miércoles, 28 de abril de 2010

La XI

Tengo el corazón partido en tres,
surcos lo atraviesan de extremo a extremo
como orillas que a un mar imponen.
Marinero que un día fui
en el mar de mi corazón
que por no saber navegar
con mis dos orillas di.
Ahora que aprendí a navegar,
olvidar las penas ya puedo
por que borrar las heridas quiero
y aunque llorar las tristezas deseo
para poderlas acallar
en mi olvido yo las echo.
Byrom Ross.

viernes, 23 de abril de 2010

La X

" No vienes a mi por que me amas,
sino por que yo también te amaba. "

Te mantengo en mente, melodía,
que como poder penetrante
con furia y en vigilancia
rompes todo en mis adentro
uniendo tu savia a mi sangre.
Dulce y lenta melodía
que fluye de dentro a fuera,
quien tratar de librarme pudiera
sin par y al unisono arrancaría,
por dentro, mi amor
por fuera, toda mi alegría.
Byrom Ross.

jueves, 22 de abril de 2010

La creación equivocada.

No te puedo acusar de nada, por que de nada fuiste presa, y aunque en mi mente voltees y mi sangre concluyas, a mejorar ansias mi estatua que, esbelta y tallada en nada, asemeja una pobreza cuidada. Cada vez que me miras con golpes riges mi vida, redondeando mis manos, creando mis ojos, formando mi piel y sobre mi pecho dibujas un corazón, al que pronto das forma, lo limas, lo pules, y en poco aquella mirada ya tiene vida. Al tiempo de fijar sobre ti mis ojos, pudiendo ver todo cuanto no vi, salir de mis adentros quisiera para con tu martillo golpearme, ..... y en mi impotencia, mis ojos te suplican que me arranques ese corazón o me destruyas.Byrom Ross

El amor que no existió

Es mi enfado un pecado, es tu error una virtud, que la vida a mi ha dado enamorarme de una virtud para poderla amar en pecado. No existe dolor inmenso sino inmenso amor, es amor continuación de dolor y es dolor el fin de un amor. Que gran juego es la vida de dos cartas nada mas, que la una es amor y la otra ...... la otra a mi me toco. Te pido mi vida que amor nunca te falte, por que a mi un día quitastes y desde entonces mi alma contra amargo dolor combate. Byrom Ross.

miércoles, 21 de abril de 2010

Un grito al infinito

Por que me miráis de esa forma, que os he echo para que me deis la espalda, sabéis que no os quise hacer daño, todo ha sido tan rápido e inesperado que casi no me dio tiempo a pensarlo, todo ha pasado en segundos y, entonces, os pregunto ¿que son unos segundos comparado con la grandeza del Universo?. No, no me respondéis, solo me miráis y veo rostros inolvidables, rostros que parecen quemar con la mirada. Para voy a llorar si estoy sintiendo que la vida se me escapa por entre los dedos, para que voy a gritar si un llanto vuestro apagaría todo mi cólera, y todo para que. No sabéis el porque de mi manera de actuar , ni hasta que punto fue necesario, solo sabéis que estáis ahí, mirándome como si fuerais rocas, pero todo ello no os puede servir, ahora no, por que ya no queda nada de mí. Byrom Ross.

martes, 20 de abril de 2010

El principio de nuestro final.

Me diste vida y te amaba, me enseñaste a vivir y yo a la vida jugaba, mas tarde llego la hora para salir de mi vida y poder entrar en la tuya. Mis gustos eran tuyos, mis ideas asemejarlas querías que aunque nunca fueron tuyas, tu marca siempre llevaba. Pero el fruto en su rama poco a poco se seca, si antes madurarlo deseas, por que no madura el tiempo antes que la espera. Habré de secarme contigo, por que fruto de tu árbol soy, y cuando reseco vaya cayendo, el morir no habrá de importarme, por que aunque grande fue mi árbol, su savia nunca pude tragarme. Byrom Ross.

Mi vida entristecida.

A un mismo lugar, y con el tiempo a la espera, pienso en mi vida ... ¿porque se aleja?, que asido con fuerza a nuestra musculatura, por entre ella dejáis al paso de ver lo que en otro estado fui ayer, el mas feliz y dichoso de todos. Te veo pasar, Sol, día tras día, y a tu fondo clama una alegría en repliques de campanas que, a mal entonadas, parecen llamarme y profunda en mi pecho la amargura, a mis ojos rompe una lágrima que en contestarlas se apresura. Maldigo cien veces la suerte de quien me encerrara entre paredes, robándole a destajo la libertad, y así ser contenido en mi propio continente. Byrom Ross.