martes, 20 de abril de 2010

El principio de nuestro final.

Me diste vida y te amaba, me enseñaste a vivir y yo a la vida jugaba, mas tarde llego la hora para salir de mi vida y poder entrar en la tuya. Mis gustos eran tuyos, mis ideas asemejarlas querías que aunque nunca fueron tuyas, tu marca siempre llevaba. Pero el fruto en su rama poco a poco se seca, si antes madurarlo deseas, por que no madura el tiempo antes que la espera. Habré de secarme contigo, por que fruto de tu árbol soy, y cuando reseco vaya cayendo, el morir no habrá de importarme, por que aunque grande fue mi árbol, su savia nunca pude tragarme. Byrom Ross.

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